Bloc de Notas: Noah Bliazi

Resulta interesante poder entender la mente del artista y qué ocurre a la hora de crear una obra. El trabajo de Fernando Peñaloza (Noah Bliazi), se entiende por sí solo y en esta oportunidad nos comparte una especie de tutorial o guía de pensamientos que se cruzan a la hora de entrar en el proceso creativo.

Vío con eso

Esta weá es sin atún, pensé y me enganché los guantes y el gorro. Miré pa’ toos laos, no había ni un sapo, soy compañero de la sicosiante soledad pa’ cuando hay que darle color. 

El maestro dijo que si entramo’ a un lugar donde lo que hay que rescatar está en el centro todo lo que lo rodea está iluminado por la misma luz. Así que hice un gris rojizo bien aguao y a gamba ochenta lo esparcí por toos laos. Se secó la primera capa y con la segunda fui dejando pistas de las partes más oscuras y las más claras, la lancé con el mismo énfasis de la primera, como pescándome a tajos con la tela sin recibir ni una estocada de vuelta. Mientras se secaba la pintura, me senté a pensar en cómo seguir y mirándome las chalas me acordé de los que aún creen que los libros y la historia dirán si una pintura es buena o no, regalan cualquier risa, quieren cortar el queso del arte pero yo veo que no le dan ni un cuarto de corte.

Perdí caleta de la imagen en el dibujo, los trazos rápidos del pincel no dejaban muchas pistas y no sabía pa’ donde tenía que ir. Solo estaba bien dibujado el personaje del centro en una piñata de veintidós. Hay que estar vio con los imprevistos, el plan siempre tiene una grieta. 

Ubiqué de pana, según yo, al personaje central y después el que está parado a su izquierda, después el de su derecha y así fui avanzando hacia los lados con cualquier capas de pintura aguaita que se mezclan en los límites entre una figura y otra dejando pistas de posturas, ropa, colores, luces y sombras, corrigiendo el dibujo en cada capa, de pana que aquí puea venderla, siempre hay una forma de arreglarlo.

La pintura no respeta el margen hecho con lápiz mina en los bordes de la tela. En el fondo, en la esquina superior izquierda unas líneas grises que representan los postes de luz cruzan en forma vertical el verde agua del cielo. El edificio rojiblanco del fondo aparece como un bloque cortando la composición casi por la mitad en forma vertical. Mientras que líneas verticales esbozan en perspectiva el edificio  que está a la derecha de la calle. En la vereda de enfrente hay unas casas en tonalidades grises y un fantasma de camioneta roja en las que recae la sombra proyectada por el edificio de al frente. En el primer plano la luz entra por un callejón que está a la derecha fuera del cuadro y recae en forma de pinceladas pastosas de témpera sobre el lado izquierdo de los personajes que me apuntan con sus armas. La luz es única dijo el Piero.

Los que están más adelante son los que tienen el énfasi, de ahí pa’ atrás andan a medio filo y al final  los que estoy viendo meo borroso.

No sé cuántos días llevo en esta, le falta un par de luces y la abandono. Tenía pensao’ terminarla hoy pero hoy no me sale na’. Importante aparezca la inspiración sí, me debe caleta. La Sole me dice que debería darle un respiro a las pinturas como si fueran personas.