Entrevista a Alfacenttauri

Felipe Sepúlveda, AKA Alfacenttauri, es un artista chileno multidisciplinario con un fuerte interés en la deconstrucción de formas y la experimentación digital. Su trabajo se distingue por la construcción de universos imaginarios poblados por seres polimórficos, que se integran en una narrativa futurista. 

En esta mini entrevista, nos adentramos en el lado más personal de este artista, explorando aquellos gustos, referencias e influencias que dan forma a su proceso creativo. Le planteamos una serie de preguntas que nos ayudarán a comprender mejor su imaginario y los elementos que alimentan su obra en una exploración continua de los límites difusos de las estéticas digitales.

1. ¿Con qué artista de cualquier disciplina te gustaría colaborar y de qué forma?

Mi sueño es colaborar con Björk en algún proyecto, ya sea una editorial, un cover up, lo que sea. Otro de mis anhelos es trabajar con una casa de moda, incorporando mi trabajo en un bolso, un vestido, bisutería o calzado.

2. ¿Cuál es el mejor regalo que has recibido?

Tengo varios: Un Eevee que me regaló mi hermano, un cuadro de una ilustración con la que me obsesioné, que un amigo compró directamente al artista y, si no me equivoco, se la envió desde Europa, y un peluche de Jake de Hora de Aventura que me regaló un amigo. Los tres regalos fueron en diciembre del año pasado, cuando cumplí 23 años.

3. ¿Qué es lo que realmente te entusiasma?

Cuando un artista que me gusta lanza un álbum.

4. ¿Hay algo que quieras hacer, pero te da demasiado miedo intentarlo?

Tener que mandar mi portafolio ofreciendo mi trabajo. 

5. ¿Qué es lo más importante para ti en este momento?

Poder desarrollar mi trabajo en la forma que a mí me haga sentir satisfecho y no tanto por el feedback en RRSS, al que a veces uno se vuelve un poco dependiente (y adicto).

6. ¿Qué canción escuchas para relajarte?

Amu de Iglooghost o Going Home de Alice Coltrane.

7. ¿Cuál es la obra que más te ha gustado?

La última que hice, la titulé: “Stories of the Beginning of the World”. Me demoré 3 o 2 meses y medio más o menos en terminarla.

8. ¿Qué película te gusta ver una y otra vez?

El cuento de la princesa Kaguya. Y la otra, no es una película, sino una serie: Devs de Alex Garland, la he visto unas 4 veces.

9. ¿Qué llevas en tu bolso?

Siempre ando con 2 audífonos por si uno se me llega a descargar, lápices, casi siempre ando con la Nintendo Switch, el Kindle o algún libro. Actualmente ando trayendo a todos lados “Planeta de Exilio” de Ursula K. Le Guin. También, si lo requiere, el iPad.

10. ¿En qué te inspiras para realizar tu ecosistema virtual?

A nivel conceptual, pienso en mi trabajo a partir de lo utópico, lo distópico y la creación de mundos, en la medida en que también pienso en mi trabajo como un mundo en sí mismo. Un mundo que vengo construyendo hace tres o cuatro años, de manera que cada pieza está conectada, sin pensar en los elementos como cosas aisladas, sino que lo pienso como un marco conceptual, un marco narrativo, un marco estético. Ninguna pieza queda aislada; todas componen un todo, a nivel de ciertos colores, formas y espacios que comparten una misma forma. A nivel de forma, pienso mucho en la naturaleza, en los insectos, piezas de animales de los océanos. Tengo una colección infinita de imágenes de insectos, de animales, de plantas, de universos. Mi principal inspiración es eso; pensando en la forma y, con eso, voy recreando las texturas y creo seres que son híbridos entre plantas e insectos, a veces con formas polimórficas, a veces humanoides. Algunos tienen alas, otros son cuadrúpedos. Todos ellos están en diferentes biomas: bosques, llanuras, rocas, cuevas, ríos, etc.

Pero no solo mi inspiración proviene de la naturaleza, sino que de un archivo enorme de imágenes que tengo guardadas, como de piezas arqueológicas, paisajes, arte prehispánico, monumentos megalíticos, esculturas, juegos, etc. Porque desde chico siempre he estado en internet mirando imágenes, teniendo blogs como Tumblr, Pinterest, Deviantart: siempre teniendo colecciones de imágenes en carpetas, en discos duros o en el mismo computador guardadas; cosa que cada cierto tiempo pueda abrir esas carpetas para sacar inspiraciones. Porque siempre estoy recopilando, archivando y guardando imágenes de diferentes elementos temáticos, casi como una fijación visual y estética que va por período, por ejemplo en cierto período me obsesioné con la estética de juegos como Final Fantasy y Kingdom Hearts y eso hace que la recopilación de imágenes que hago en ese tiempo sean en base a esa estética, en otro momento, no sé, tuve una fijación por piezas arqueológicas como rocas, fósiles, monumentos monolíticos. De modo que esas fijaciones que tengo de forma temporal en ciertas líneas estéticas me inspiran en la forma en que produzco mi trabajo, en las formas, paisajes, texturas, colores, etc. De hecho, tengo un Instagram y un Tumblr oculto, que no se lo he mostrado a nadie y donde voy ordenando mis imágenes y la estética que persigo. https://www.instagram.com/xennt.core

11. ¿Cuál es tu principal referente?

Soy fan de todo. Lo que me apasiona forma mi identidad, a veces soy un poco obsesivo con las cosas que me me gustan y además porque soy fan de muchas cosas. Hay mucha gente a la que admiro y de una u otra forma, esa admiración he podido canalizar también en inspiración. 

Creo que mi principal referencia es el álbum Utopía de Björk con Arca, en el que la dirección creativa la llevó Jesse Kanda. Ese álbum no solo lo pienso en el formato música, sino que lo pienso en un formato multidimensional. Porque más que un álbum se puede pensar como una obra de arte integral, con elementos teatrales, narrativos, audiovisuales, etc. De manera que crea un mundo y un trabajo tan sólido desde lo musical, lo conceptual y lo visual hasta lo escénico e incluso lo discursivo.  

Ahora se me viene a la cabeza Hora de aventura, Iglooghost, Ryuichi Sakamoto, y también por qué no decirlo, me inspira la gente que me rodea porque me rodeo de gente muy creativa y talentosa. 

12. ¿Qué es lo más desafiante a la hora de crear tus obras?

Pensar mi trabajo como un universo múltiple, en el que cada pieza tiene lugar un lugar dentro de un marco estético más amplio, como un mundo; un ecosistema conectado donde todo llega a converger dentro de una misma conceptualización: no pienso en el proceso como una secuencia lineal o que es particular en cada pieza, sino que es un esquema más amplio y laberíntico. Lo que quiero decir es que todo el proceso es desafiante, primero porque es constante en cada pieza, nunca cesa y además porque siempre está presente la duda, la inseguridad, la disconformidad y el siempre tratar de llegar a un lugar mejor. Por tanto, todo el proceso se vuelve un laberinto, desde la conceptualización hasta la proyección final; pienso todo lo que quiero hacer, cómo estar constantemente integrando nuevas conceptualizaciones o puliendo las que ya he estado trabajando; integrar nuevos elementos, nuevas fórmulas de cómo voy interactuando con mi trabajo, de manera que siempre estoy aprendiendo nuevas técnicas y herramientas. Eso porque tengo que lidiar con la permanente insatisfacción y la duda: tratando de llegar a lugares nuevos o plantear de mejor manera mi trabajo en la forma que me haga sentir satisfecho. Y eso pasa porque lo que haces te importa, a tal punto que se vuelve algo de todos los días; me levanto y me acuesto pensando, trabajando e investigando como puedo llevar mi trabajo hacia otros lugares. 

Yo creo que todo el proceso se vuelve desafiante porque siempre está la posibilidad de desmotivarse y de dejarse llevar por las dudas y las inseguridades.